Poner en duda la hipótesis del patriarcado no es moco de
pavo, hay que tener ganas. Implica una posición política clara, el patriarcado
es un sistema de opresión hacia las mujeres y ponerlo en duda es poner en duda
el feminismo todo. Clarín viene a representar a los valores hegemónicos del
heteropatriarcado y no es una sorpresa que busque la voz de una mujer para
expresar sus ideas misóginas. ¿Por qué? Porque el primer salto que esto implica
es pensar que todas las mujeres, por el hecho de ser mujeres, son feministas.
Not, big mistake. Se ha dicho infinidad de veces: no se nace feminista. El otro
problema que desencadena esta nota es que hace una especie de salto lógico;
apelar a la ciencia como fundamento o garantía del conocimiento. ¿Qué ciencia
es la que busca usar como modelo o referencia esta nota? Hablar de las ciencias
y hablar de los estudios estadísticos a vuelo de pájaro es de una
irresponsabilidad muy grande. Primero porque ese mundo que nosotros llamamos la
ciencia no es una masa unificada con un mismo método, y esto es importante. Las
ciencias exactas, que son las ciencias modelo a las que se apela en general
cuando se quiere dar una impresión de seriedad en un estudio, usan el criterio
de evidencia para sustentar sus hipótesis. Uno dice algo y lo sostiene con
alguna prueba, alguna evidencia. Eso es, a grandes rasgos, la idea burda de
ciencia que tenemos. La noción de evidencia no tiene el mismo peso en el caso de las
ciencias sociales, porque es mucho más difícil probar algo o medirlo, entonces
se implementan otros métodos para dar cuenta de un hecho. Cuando una es acosada
todos los días en el trabajo, chistecito va, chistecito viene, que qué linda
pollera, que para cuando salimos a tomar una birra, etc, ese hecho, el hecho
del acoso cotidiano en el laburo no tenés manera de probarlo por medio de la
evidencia. O sí, habría que poner cámaras, volverse un vigilante, no sé. Pero la
cosa es que las ciencias sociales y el estudio del comportamiento humano no
puede usar el mismo criterio de la evidencia que intentan usar las ciencias
exactas. Ese criterio de la evidencia forma parte de las nociones que son
propias de la idea de ciencia moderna, que implica a un sujeto de conocimiento
que, bien explicaba Diana Maffía en su artículo Epistemología feminista, nos
excluye a las mujeres, puesto que encubre un estereotipo androcéntrico del
saber.
“Es
interesante pensar que el sujeto político, el ciudadano, y el sujeto de
conocimiento científico de la ciencia moderna, surgen al mismo tiempo (en el
siglo XVII) con este mismo de sesgo de las atribuciones dicotómicas,
produciendo un modelo de conocimiento patriarcal. ¿Cuál es ese modelo del
conocimiento? El modelo de conocimiento es un sujeto capaz de objetividad, es
decir, capaz de separar sus propios intereses y adquirir, entonces, esta visión
de los aspectos del mundo sin ponerse en juego él mismo en la visión de estos
aspectos. Una separación entre el sujeto y el mundo, donde el sujeto actúa como
una especie de espejo, donde se reflejan las leyes del mundo y los objetos tal
como son, y no tal como cada perspectiva los aprecia. La neutralidad valorativa,
es decir, el sujeto en este mito de la ciudadanía, y también el sujeto de
conocimiento de la ciencia, es un sujeto que no pone en juego sus valores y sus
emociones a la hora de producir conocimiento o justicia, sino que los
neutraliza. El sujeto es capaz de dominar su propia subjetividad, de borrarla,
y simplemente dejar testimonio de lo que ve, para que otro sujeto pueda tomar
su lugar y probar si eso que ha sido descripto es verdad o no. Es decir, lo que
suele llamarse, control intersubjetivo: distintos sujetos pueden controlar lo
que otros sujetos en la ciencia producen, porque cada uno de ellos es capaz de
neutralizar sus emociones, sus valores, sus preferencias, sus inclinaciones, y
producir, solamente, un testimonio de lo que ve.” (Diana Maffia. En contra de
las dicotomías. Feminismo y epistemología crítica)
Poner en duda la hipótesis del patriarcado es tirar por la
borda muchos estudios que vienen de la antropología y de la sociología, es, de
alguna manera, cagarse en estos estudios. Pero hay algo más grave para mí en
este artículo y es que la primer idea que tira esta nota es una suerte de
multicausalidad para explicar el acoso doméstico, para no aceptar la tesis del
feminismo que plantea que hay una división jerárquica de los roles en la sociedad
que implica coerción, en vez de aceptar esa tesis, difícil difícil tesis, la
autora propone abrir el espectro de causas, decir que son muchas, pero no
especificar cuáles son. ¿Habla de las clases sociales, de las condiciones
económicas en las que nacemos por puro pedo, de qué causas habla? Porque en
todos los estratos, en todas las clases las mujeres y las sexualidades
disidentes, a veces más a veces menos, sufren algún tipo de coerción y mal que
le pese a la autora, muchos consideramos que eso se debe al simple hecho de ser
mujeres, gay, lesbianas o trans, es decir que nos definen y nos jerarquizan por
nuestra sexualidad.
Para mí este artículo es grave porque dice que las mujeres
son las perpetradoras de la violencia doméstica y da una estadística para
probarlo. Hace un tiempo entendí lo que era un sistema axiomático: uno acepta
ciertos axiomas o ideas y a partir de esas ideas deriva o deduce otras. Bárbaro,
uno acepta ciertos supuestos, por ejemplo “Dios existe” y luego hace derivar de
la idea de Dios todo un sistema moral, esto no es nuevo. Esa es una de las
maneras de generar conocimiento que tenemos, aceptamos supuestos y derivamos
cosas, pero esa no es la verdad. Yo puedo aceptar como verdaderos los datos que
propone la autora, pero eso no me lleva inmediatamente a la verdad, porque
básicamente hay un recorte de qué datos se presentan en función de qué tesis se
quiere defender. Cuando la autora da datos sobre violencia en parejas
homosexuales está usando ese dato para defender su tesis de que “el patriarcado es cuanto menos
cuestionable”. El idealismo con el que cierra la nota para mí es un poco
cínico, pedirle a las leyes que actúen sobre todos por igual, cuando el sistema
penal y el sistema judicial tienen como modelo valores patriarcales es absurdo.
Cuando uno estudia historia y ve que hasta hace 100 años las mujeres no éramos
consideradas sujetos de derecho (menos que menos los gays, lesbianas, travas y
trans) y empieza a pensar que este sistema económico tiene 300 años como mucho
y que fue inventado por hombres para los hombres, cuando aprendés que las leyes
las inventaron los burgueses para defender sus intereses y no para defender los
tuyos, y vos pobre ingenuo que pensás que si vas a un juzgado a denunciar
a tu jefe cagado en guita onda el señor
Burns quizás tal vez alguien te escuche, pero no, porque todos sabemos que no,
que si no tenés plata estás fuera del sistema judicial y penal y que el
patriarcado no te va a escuchar, por eso se tiene que caer, porque es una
estructura que tiene años aaaaaaaaaños de literatura, de ciencia y de datos
para fundamentar su tesis de que los hombres están por encima en la escala
ontológica. En un artículo super interesante, que comparto a continuación,
explican cómo los mitos sobre las gorgonas sirvieron para adoctrinar a la
sociedad griega en los valores patriarcales. Los invito a que lo lean.
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1 comentario:
no voy a mentir che, cuando vi lo largo que era me dió un toque de paja arrancar. pero la pucha, duró poco. siempre es un gusto leerte Paula. cada tanto me asomo por acá en puntitas de pie y me encuentro con cosas como esta, y me obligas a repensar bocha con ese impetu de reflexión. (lo que tanto estaría faltando en estos tiempos!)
Menos mal que son palabras huecas, sino no las podrías rellenar con todo ese nosequè poderoso que dejas en cada texto, carajo
unos saludetes.
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