Un día, vas a ver,
voy a juntar cada mínima ínfima partecita de tu nimiaboca
que no diste ni me ni te ni sonreíste
y voy a dejarla cuidadosamente bajo la baldosa
donde termina la escalera que conduce al comedor.
Pero, como siempre, el comedor no está o se esfumó.
Como se esfuma todo en esta casa,
casa de barro quisieras, casa que sea quisiera yo.
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