Llevo la vida de una adulta,
alquilo una casa, pago las cuentas. No pago impuestos porque trabajo
en negro, en algún momento de mi vida me va a molestar mucho el
cuerpo y entonces voy a querer un médico que me atienda rápido en
una clínica limpia y eficiente, voy a querer estar dentro del sistema. Pero ahora no, ahora
vivo sin documento. Me robaron el año pasado la billetera y nunca lo
hice. Pensé en su momento "¿a ver qué pasa si ando sin
documento?". No pasa nada. No tengo documento, no tengo obra social.
También me robaron el celular, dos veces el año pasado, el
primer año que gobernó Macri ¿será que somatizo lo que pasa a mi
alrededor? Me robaron las llaves de mi casa y las de mi taller. Me
robaron la bicicleta. También se me rompió la computadora que me
había comprado y que no había terminado de pagar: welcome to the
real world, Paula, it sucks. Pensé después de haber pasado por todo
eso durante el mismo año en que ya no podían robarme nada, en que sólo
quedaba mi cuerpo y que, hasta ese momento, nadie me lo había
robado. Me sentí contenta entonces de tener tanta suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario